La necesidad de cambiar la forma de aprender
--Originally published at piliponceblog
El aprendizaje de los alumnos siempre será la prioridad del profesor, aquellos que somos profesionistas y no docentes de carrera, tenemos el reto de innovar y además encontrar los puntos medulares en los que debemos impactar para que el alumno aproveche al máximo.
Ciertamente, como se comenta en el artículo If They’d Only Do Their Homework, los alumnos no tienen interés por sus clases y mucho menos por sus tareas. Podría ennumerar un sinfín de razones para que no lo hagan, sin embargo, una de mis teorías es que los alumnos tienen tantos estímulos electrónicos que pierden el interés si la tarea o la actividad no les implica ningún reto.
Lo anterior, concuerda con Darling-Hammond y Ifill-Lynch (2006) ya que los estudiantes tienen que encontrar satisfacción en lo que hacen y sobre todo encontrarle sentido y utilidad ya que en estos tiempos, para ellos, todo aquello que se realiza debe tener un fin palpable. Desafortunadamente para nosotros, esa mentalidad de los chicos implica un reto todavía mayor al que ellos tienen, y es que debemos diseñar ambientes, estrategias y actividades de aprendizaje que rápidamente pasarán a ser historia y tendremos que comenzar de nuevo en corto tiempo porque los cambios en el mundo están siendo igual de rápidos, y aquello que nos funcionaba bien el año pasado, ahora ya es obsoleto.
Las condiciones en las que los alumnos se desenvuelven tampoco son las mismas que las de algunas pocas generaciones anteriores, sus contextos cambian, sus familias cambian, sus valores también, y todo ello implica que un profesor debe hacer las adaptaciones pertinentes para que los alumnos puedan ajustar su estilo y velocidad de aprendizaje a su contexto actual, con madres trabajadoras, horarios variados de alimentación y muchas veces con grandes distancias que recorrer. Por todas estas circunstancias es que se hace necesaria la flexibilidad de la enseñanza-aprendizaje, para adaptarse a un mundo veloz y cambiante.
Referencias
Darling-Hammond, L. and Ifill-Lynch, O. (2006). If They’d Only Do Their Homework. Vol. 63:5.
