Color sol

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Semanas atrás habíamos hablado de negocios vía facebook, al hablar con esa persona llegué a preguntare quien era. En ese momento la veía como un ente sin género, edad ni cuerpo físico.

Le di poca importancia.

Cuando subí las escaleras para hacer negocios a quien primero vi fue una mujer, asumí que ella era la persona con la que había estado hablando. Seguí caminando y ahí estaba aquel ser, antes, inmaterial.

Era de esas bellezas por las cuales agradeces a Dios, caras con tanta armonía que hasta da pena mirarlas detenidamente, sin embargo los ojos no quieren despegarse de ellos. Un imán de pestañas largas, ojos café clarito.

Podía quedarme mucho tiempo viendo esa cara tan bonita.

Era tan agradable su presencia que mi cuerpo lo notó; estaba nerviosa, con olas en el estómago y manos sudorosas.

Yo soy una simple mortal que con el hecho de ver cosas así se conforma. No pido más, no busco conocerlo ni platicar ni formar una familia con  él. Me quedo con el buen recuerdo de saber que hay unos ojos radiantes y bellos, en algún lugar de Zapopan disfrutando del calor pegajoso de ésta época. También es bonito saber que la ciudad es lo suficientemente grande como para no volver a verlo.

 


Cuando el gel de ducha en crema se termina

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Cuando el gel de ducha en crema está por terminar se escuchan sus gritos de agonía antes de dar el último esfuerzo. Aquel equipo de envase y líquido da todo lo que le queda soltando un grito ahogado que más que grito parece una flatulencia sonora que despide un agradable olor.

Cuando el gel de ducha se termina las lágrimas inundan mis ojos, aquel grito desesperado me transmite la agonía del envase, está a punto de convertirse en un envase de pet vacío, sin propósito en la vida, todo lo que tenía dentro, todo su valor, paulatinamente va disminuyendo hasta que no queda nada, su dolor empieza cuando lo voltean de cabeza para que así sea más sencillo exprimir la vida que le queda dentro. Después de mantener aquella posición durante cierto tiempo lo estrujan por su parte media, le hunden los dedos y lo aprietan para que vomite todo lo que queda de aquel preciado gel, el gel sin ánimos de nada se deja llevar, permite que lo unten en un cuerpo ajeno, el gel al estar en contacto con el agua se va transformando en una sustancia más ligera, se empiezan a crear burbujas, su metamorfosis comienza, aquel bello estado culmina resbalándose por el cuerpo, el cual vierte agua para dejar que la espuma fluya y siga su camino, que baje por el vientre, que pase por las piernas, por los pies hasta terminar en el piso de la regadera donde después, por medio de la gravedad, es llevado hasta la coladera.

Todo esto lo presencia el envase, el cual está de cabeza, lo cual hace que sea una escena aún más grotesca,  el gel de baño que aún queda en su interior se acumula y se precipita para poder salir de él, el envase se da por vencido y deja que el hombre haga lo que quiera con lo que queda de su alma.


El impulso

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He escuchado que, en ocasiones, odiamos comportamientos que tenemos y que vemos en otras personas. No se hasta que punto esto sea cierto. Pero lo que si se es que hay varias cosas que logran molestarme demasiado, es un enfado que no puede describirse fácilmente con palabras.

Opinión siempre tengo sin embargo intento ser cautelosa al momento de expresarme. Pero hoy he visto algo que me indignó bastante y me hace actuar de manera impulsiva: un video de una zarigüeya siendo golpeada, maltratada, masacrada por una muchedumbre en un partido de baseball. Fue tal mi dolor y furia que comencé a llorar. Detesto que haya gente que tenga tan poco respeto por la vida.

El pobre animal nada malo hacía, pero la gente que estaba ahí sí. No se si se dejaron llevar por el momento pero varias personas lanzaban objetos en contra del pobre ser. Al leer que fue  golpeado con un bate hasta su muerte no continué con el video, era demasiado morbo.

He escuchado y leído como el hombre está inclinado hacia el mal y como al pertenecer a una muchedumbre un ser humano es capaz de cometer actos atroces.  Ciertamente no puedo juzgarlos de manera severa, yo no sé que haría en su lugar.

Creo que odio ese tipo de comportamiento porque genuinamente quiero un mundo diferente, con más educación y amor. Sin violencia, intolerancia y demás comportamientos generados por la ignorancia.

Como consejo al mundo opino que deberíamos dejar en paz de una buena vez a los demás seres que habitan nuestro planeta. Preocuparnos y ocuparnos de dejar el planeta en las mejores condiciones para los que viven con nosotros y los seres del futuro. Considero que la educación es clave para que este tipo de cosas no sucedan más. Vivimos tan encerrados en nosotros mismos, en nuestro mundito consumista e indiferente que no nos detenemos a reflexionar sobre el prójimo y sobre lo que estamos haciendo.

Nuestro propósito de vida debería incluir amar a todo el que esté cerca (o lejos), hacer lo mejor para todos, dejar un mundo más feliz, más educado y con más amor.