Diseño en México y miedo a equivocarse

--Originally published at Identidad digital

Durante mis cinco años de carrera y desde hace tiempo atrás me sudan las manos y el corazón late más fuerte cuando se trata de expresar una de mis ideas.

El enfrentarme a la crítica me da pavor. Siento como el espacio se llena de juicios. Quisiera no estar presente en el momento de la crítica.

La crítica, la que corta más que una navaja afilada, la que lastima el ego.

Considero que la crítica como tal no es mala pero hay que ser lo suficientemente sensibles para saber cómo y en qué momento expresarla

Con la crítica viene el saber del error. En mi educación mexicana el error es castigado. Las miradas agresivas con un poco de lástima y pena ajena te juzgan generando un sentimiento de culpa por haber cometido el error.

A veces se aprende del error a veces hay que recurrir varias veces a él para entender.

Está bonita la idea de dejar que los jóvenes y los no tan jóvenes puedan equivocarse cuantas veces quieran sin que nada pase ¿pero hasta dónde está bien equivocarse?

Como seres sociales vivimos en comunidades, nuestras acciones repercuten de alguna  otra manera, en un nivel u otro en la vida de la gente que nos rodea.

Como diseñadxres y arquitectxs tenemos responsabilidades con la sociedad, con el mundo. Un error puede afectar el desarrollo de otro humano, su experiencia, sus rituales.

¿Hasta dónde es permisible equivocarse? ¿Cuándo y bajo qué condiciones? ¿bajo qué contexto?