La importancia de las labores domésticas para la justicia social

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La promesa latente de lograr igualdad entre hombres y mujeres es una esperanza que se ha llevado a la realidad hasta cierta extensión.

El diseño y la arquitectura son disciplinas que aún están mayormente dominadas por hombres, encuestas como la realizada en 2017 por The Architectural Review prueban que aún hay un camino largo por recorrer para lograr un salario justo para las mujeres y en general un mejor ambiente en la disciplina. 

Desde luego este problema tiene un origen multifactorial y es complicada su solución. Conocer la situación y hacer conciencia de los comportamientos que son aceptables e inaceptables es un buen comienzo.

La arquitectura y el diseño no son las únicas disciplinas con un panorama como tal para las mujeres. Se necesitan realizar análisis y crear propuestas integradoras en todas las áreas del conocimiento y la economía.

Una parte de la solución para la equidad de género fue propuesta el 15 de octubre por el IMF (International Monetary Fund): Una redistribución y reducción del trabajo no pagado. 

Parecería que la organización familiar es un asunto privado, manejado en la intimidad de la casa. Sin embargo, los quehaceres de la casa y el cuidar de los hijos o ancianos tienen un peso importante en la actividad económica a pesar de no ser contado como parte del PIB.

Las tareas domésticas representan el 80% de las horas invertidas en trabajo no pagado.

Mucho de este trabajo no pagado, debido a normas culturales, falta de infraestructura o políticas familiares han sido delegados a las mujeres. Esta distribución injusta de labores no pagadas se traduce en un freno en la fuerza laboral femenina, ya que las mujeres no pueden explotar el cien por ciento su potencial. Lo cual genera una pérdida para todos debido a que las mujeres se ven orilladas en ocasiones a aceptar trabajos más sencillos, debajo de sus capacidades, y trabajos de medio tiempo para lograr un balance entre su trabajo pagado y labores domésticas.

De acuerdo con el documento del IMF, la alta prevalencia de mujeres en trabajos de medio tiempo es una de las claves de la brecha salarial de género, reforzando la iniquidad y haciendo un circulo vicioso en la distribución del trabajo no pagado.

Reconocer la existencia de esta distribución inequitativa es la primera parte de la solución. En promedio las mujeres hacen mas de dos horas de trabajo no pagado por día que los hombres. En el caso de México existe una disparidad importante haciendo las mujeres 7.1 horas más diarias de trabajo no pagado que los hombres. 

Incluso en los hogares con doble ingreso las mujeres siguen realizando la mayor parte del trabajo doméstico.

Sin embargo las evidencias señalan que las economías más avanzadas han experimentado una reducción de la brecha de género en cuestión de horas de trabajo no pagado en años recientes.

El trabajo femenino no pagado está negativamente relacionado con la participación femenina de fuerza laboral. Leyes, restricciones sociales e institucionales restringen la habilidad de las mujeres de trabajar, manejar sus bienes o tener su propio negocio y se asocian con mayor cantidad de trabajo no pagado para ellas y menor cantidad de trabajo no pagado para los hombres.

Tener hijos y una pareja aumenta la cantidad de trabajo no pagado en mayor proporción para las mujeres que para los hombres y disminuye la cantidad de tiempo invertido en trabajo pagado. Las mujeres con pareja invierten 1.5 más horas en trabajos no pagados que las solteras 

Solo las mujeres con un nivel de educación alto sustituyen el trabajo no pagado con pagado hasta cierto punto. Mujeres con más educación que la secundaria reducen su trabajo no pagado media hora en comparación con aquellas que tienen menos que la educación secundaria.

Mayor fertilidad está asociado directamente con mayor cantidad de trabajo no pagado. Mujeres con hijos invierten 37 minutos más en trabajos o pagados que las mujeres sin hijos. Y esta cifra aumenta 12 minutos en promedio por hijo.

Las cifras arrojan que las mujeres hacen menos trabajo no pagado en las sociedades donde hay una equidad más fuerte en la gestión de activos. 

Las actitudes sociales y culturales respecto al rol de la mujer en la sociedad también puede influir en las decisiones de empleo. La decisión de hacer más trabajo no pagado puede ser considerado como preferencia aunque no sea algo voluntario.

Aparte de cifras en el documento  se incluyen políticas para hacer una redistribución del trabajo no pagado más justa.

Se propone que los gobiernos pueden ayudar a aliviar la carga de trabajo no pagado invirtiendo en infraestructura apropiada y servicios públicos. En particular en agua, electricidad, transporte, seguridad y saneamiento ya que pueden funcionar como “motores de liberación”. Al igual que la oferta de cuidado para niños y adultos mayores y permisos laborales para padres y madres.

Conclusión 

En muchas disciplinas aún existen injusticias y atropello de derechos humanos. Muchas veces estos están relacionados con cuestiones de género. Dicho problema tiene múltiples aristas y debe ser atacado desde diferentes frentes, uno de ellos es la distribución injusta de trabajo no pagado, la cual,  a pesar de haber disminuido en las últimas décadas aún es significativa. Incluso en los países más igualitarios do

nde las mujeres hacen como mínimo 20% más trabajo no pagado que los hombres. Siendo el trabajo no pagado mayormente labores del hogar. La carga de trabajo no pagado para las mujeres disminuye mientras el desarrollo del país aumenta.

Los gobiernos pueden ayudar a eliminar la desigualdad de trabajo no pagado al ofrecer servicios públicos como agua, electricidad, seguridad, cuidado de niños y adultos mayores. y en general invirtiendo en educación y salud.

Eliminar las barreras existentes para la fuerza laboral femenina reduce la cantidad de horas que las mujeres invierten en la producción de sus hogares y aumenta la participación en la producción del hogar del hombre. lo cual se traduce en disminuir la brecha salarial.

Fuentes:

https://www.imf.org/en/Publications/WP/Issues/2019/10/15/Reducing-and-Redistributing-Unpaid-Work-Stronger-Policies-to-Support-Gender-Equality-48688

https://www.architectural-review.com/essays/results-of-the-2016-women-in-architecture-survey-revealed/10003314.article

https://www.architectmagazine.com/practice/gender-equity-lacking-in-design-finds-the-architectural-reviews-2017-women-in-architecture-survey_o

Respecto a la apropiación cultural

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¿Es correcto utilizar características y símbolos de una cultura ajena para beneficio propio y justificarlo clamando tener una profunda admiración hacia dicha cultura o nación?

La apropiación cultural ha estado presente por muchos años, en diferentes industrias y países, el diseño, específicamente la moda no es excepción.

Desde tejidos y patrones pertenecientes a culturas indígenas hasta aretes que para unos son símbolo de resistencia los grandes corporativos encargados del camino que sigue la industria de la moda han tomado objetos y símbolos de ciertas culturas para lucrar con ellos. Algunos claman beneficiar a su “objeto de inspiración” aportándoles cierta compensación económica por el uso de su identidad pero ¿está realizándose una cooperación justa?

La apropiación cultural perpetúa la idea de la superioridad de los blancos ante la gente de color y se vive día a día tanto en las pasarelas como en las calles.

Existe un debate tremendo respecto a este tema. Muchas veces aquellos que se han apropiado de algún estilo ajeno a su cultura se excusan por medio de palabras como “promoción”, “admiración”, “homenaje” y muchas otras.

Unos cuantos se justifican con el argumento de vivir en un mundo globalizado. Apelando a la cercanía de culturas fruto de la tecnología, a ser ciudadanos del mundo y no de un país en específico.

Estoy de acuerdo en emular prácticas que han desarrollado algunos y que han probado ser la mejor opción pero puntualmente en la moda: ¿En qué beneficia a los blancos  portar conrows? ¿En qué beneficia a una chica blanca utilizar bordados que emulan diseños oaxaqueños desarrollados por alguna compañía de alta costura? más importante ¿en qué beneficia a estos artesanos oaxaqueños que se usen sus bordados? ¿Por qué ciertos peinados son aceptados socialmente y calificados como bellos solo si son usados por ciertas personas?

En el caso específico de Wes Gordon y Carolina Herrera ¿por qué mostrar solo modelos blancas utilizando ropas reminiscentes a culturas mexicanas indígenas? ¿por qué no usar otro tipo de modelos? ¿Por qué las prendas se realizan con base en ciertas dimensiones corporales?

Otro problema con la propiciación cultural es que perpetua estereotipos de ciertas culturas, se le manipula a tal grado que se pierde el contexto del objeto. El usuario final muchas veces no tiene ni idea del significado detrás de aquello que usa como accesorio.

Para este tipo de temas y muchos más es necesario que tengamos una mente crítica. Poseer un basto conocimiento respecto a lo que se piensa hacer. Puede ser válido inspirarse en culturas ajenas siempre y cuando haya un análisis detrás de esto y una colaboración justa, donde se respeten los derechos de autor y se tome en cuenta el contexto en el que surgió dicha idea.

Por estas y otras razones debe existir mayor visibilidad de todas las personas de color y situaciones ajenas a la “cultura” blanca. Basta de imponer estándares ajenos a culturas con su propia identidad. Aboguemos en pro de la representación de diferentes contextos, favorezcamos el conocimiento y fomentemos el pensamiento crítico.

El ornamento y lo honesto

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Tal como la inclinación del ser humano hacia el mal existe cierta propensión de éste hacia expresarse y manifestar su sentir de maneras diversas.

Como menciona Adolf Loos en Ornamiento y delito:  “El impulso de ornamentarse el rostro y cuanto se halle a su alcance es el primer origen de las artes plásticas”.

El ser humano no solo vive para saciar sus necesidades básicas, es un ente lo bastante complejo como para buscar la expresión, para ornamentar, tal y como comenta Loos.

A través del curso del humano en la tierra se han creado diferentes estilos, corrientes y cánones estéticos. En cada época algo se ha aportado a la historia y a la humanidad, no solo en el ámbito artístico y arquitectónico sino en las idiosincrasias y maneras en las que las sociedades trabajan.

Ciertas formas de expresión son juzgadas y condenadas, existen ciertas reglas y cierta ética en el arte y la expresión.

Las masas se van separando con base a no solo aspectos socio-económicos sino estéticos también. Un claro ejemplo son los tatuajes, que dependiendo del contexto pueden ser relacionados con criminales y degenerados o vistos como mero rasgo cultural como ocurre con los pueblos de Papúa.

Desde hace unos cuantos años, a partir de cambios drásticos en la ciencia, tecnología y sociedad la arquitectura se ha modificado.

A raíz de la segunda guerra mundial surgió la necesidad de fabricar espacios habitables, de economizar y hacer refugios de manera más eficiente, es gracias a esto que en algunos lugares se deja de fabricar arquitectura decorativa con arraigados principios academicistas y se empieza a responder de manera más honesta a las necesidades del hombre perteneciente a un siglo repleto de cambios y tecnologías anteriormente no conocidas.

Lo que el hombre del siglo XIX aporta a la humanidad es la desaparición del ornamento. Es espectador y el actor principal en una revolución estética, una reanudación mental que nos coloca en una nueva época, dejando atrás la necedad de colocar objetos y ornamentos de tiempos pasados que no hablan el mismo lenguaje que las arquitecturas, diseños y mobiliarios que necesitamos en la actualidad.

Es admirable lo que se ha creado en otros tiempos y tiene un alto valor. Sin embargo no se debe dejar de lado la reflexión y el avance que nuestros antepasados han realizado. Debemos mirar hacia atrás con mente crítica, para aprender de lo bello y lo no tan bello y crear un futuro sincero, honesto, justo para los humanos que se desarrollen en él.

Fuentes

Ornamento y Delito de Adolf Loos. (n.d.). Retrieved May 11, 2018, from https://www.disenoyarquitectura.net/2009/05/ornamento-y-delito-de-adolf-loos.html

Flashy flesh

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During my short career as a designer I have noticed than most of my clients and people that have asked for my advice as a designer have a certain inclination towards a ‘flashy’ approach to design. I believe I had the same inclination not so long ago. But something has changed, I feel like franc design is the kind of conception I value the most. In my opinion, the beauty of an object relies on how it was conceived and how honest the designer was towards the approach of solving a problem with this ‘new’ design in the simplest way. This simple way includes using the most logic materials, shapes and colors according to the situation. However I’m aware that that is not the most popular opinion.

I would call a silent object to the things that solve the task they are supposed to and integrate to a franc life. And that kind of design is what I aspire to create and what I think we should aim to possess. Because there is no use having intricate, flashy objects when you can have a silent one that can perform the task we are looking to solve.

I believe the spirit of an object can drastically change the atmosphere of the place it is located.

Ordinary, natural looking -hence beautiful- objects can make people feel in a more sincere atmosphere. Even if it does not seem like it, there is something about telling the truth that makes people more reliant, authentic and happy.

La crisis del diseño o el diseño de la crisis

--Originally published at Identidad digital

Hace poco me topé con “La vida en crisis” de María Zambrano. Me sorprendió la claridad con la que describe situaciones y sensaciones que yo- y seguramente muchos otros- sentimos.

ciertamente vivimos en crisis. Personalmente estoy experimentando un punto de quiebre en mi vida, un ruptura y por ende una crisis. Como soñadora, graduada de arquitectura y aspirante a diseñadora me cuestiono la labor del diseñador de manera constanteMe parece complicado digerir la situación en la que se encuentran los diseñadores y el resto de la ciudadanía a pesar de que el diseño como disciplina lleva ya varios años y en teoría su objetivo es facilitar la vida y quehacer humano.

Me entristece la poca sensatez que poseemos, que la guerra de egos entre diseñadores y otros profesionales sea más notoria que la difusión del diseño, la educación y bienestar de la ciudadanía.

Pocas personas están conscientes de la importancia de del diseño en la vida diaria y en nuestros rituales. 

El diseño es visto como un lujo y no como una necesidad. Nos hemos dedicado a crear productos de autor que se han convertido en objetos poco accesibles para la población general.

El diseño no queda en un plano estético, es parte de la tan discutida crisis humanitaria. Claro que este fenómeno es muy complejo y abarca más de una disciplina. Abandono de planificación territorial, globalización, pérdida de identidad Son algunos conceptos relacionados con dicha crisis pero ¿qué estamos haciendo al respecto?

¿Por qué no unir fuerzas y conocimientos en pro de la población?

¿Por qué a pesar de conocer el potencial de técnicas y materiales autóctonos optamos por la globalización inconsciente, homogenización y reduccionismo?

Creo que el mundo está poblado de muchas mentes brillantes que al darles acceso a información relevante pueden hacer cambios sustanciales. Está en nosotros ser conscientes, sensatos y estar ávidos de conocimiento. Apoyar iniciativas integrales abiertas a la colaboración, nuevas ideas y reciclaje de soluciones.