Hacer arquitectura sustentable desde dentro

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Más del 50% de las emisiones de CO2 están relacionadas con la producción de la arquitectura y construcción. Lo cual exige una llamada de atención y un cambio desde dentro para modificar el panorama.

La arquitectura es una disciplina compleja, es afectada por cuestiones económicas, sociales, políticas y ambientales. Si hablamos de una arquitectura sustentable ésta debería tocar todos y cada uno de los aspectos anteriores. Definitivamente una solución acertada no se limitaría a  incorporar ciertas tecnologías verdes. Una arquitectura sustentable tendría que ir más allá de lo obvio, de tendencias, modas y superficialidad. Más que agregar aditamentos o herramientas sería restar aquello innecesario.

Involucrar especialistas

Es costumbre que para proyectar una casa los usuarios decidan el diseño de la misma, sin consultar a un especialista del ramo. Lo cual, usualmente, resulta en un espacio mal diseñado. Es fundamental consultar con los expertos al momento de realizar el diseño de un espacio y ejecutarlo, ellos se han preparado por años para poder brindar las mejores y más adecuadas soluciones.

El diseño sustentable

En la arquitectura existe algo llamado “arquitectura endémica” que básicamente es la arquitectura del lugar. Se toma en cuenta el contexto: el clima, los materiales de la región y demás aspectos físicos. Con base en estos se generan diseños los cuales de manera pasiva climatizan el espacio, la relación del espacio interior con el exterior sigue una lógica.

Elección de materiales

Es muy importante seleccionar los materiales adecuados para cada caso en particular. Para esto hay que tomar en cuenta la región donde va a construirse el espacio desde cuestiones económicas hasta climáticas.

La elección de los materiales tiene un impacto relevante también en cuestiones de cambio climático. Por ejemplo, de acuerdo con Growing Buildings, el concreto es el material más utilizado en la construcción, éste está compuesto, entre otras cosas, de cemento, para fabricar una tonelada de dicho material se emite una tonelada de CO2. Por lo cual sería adecuado pensar en materiales alternativos.

Otro aspecto a considerar es de dónde se obtienen los materiales a utilizar, ya que el transporte de estos también es perjudicial para el medio ambiente. Entre más largas sean las distancias más emisiones de CO2 se generan.

Que la arquitectura sea sustentable es algo implícito en estos tiempos. La realidad que vivimos exige un modo de vida menos agresivo y más armonioso con el entorno natural y todos aquellos seres que lo habitan. Las soluciones deben ser pensadas desde diferentes ángulos, tomando en cuenta todos los factores relacionados con el ámbito construido y el habitar. La arquitectura sustentable no solo se trata de implementar tecnologías “verdes” sino crear algo que emerja de la tierra donde estará cimentada. Con materiales adecuados y sistemas pasivos de climatización. Sin olvidar la identidad y estética. Aquellos que estamos involucrados en el ámbito de la arquitectura debemos colaborar ente nosotros y ayudarnos de otras disciplinas para ofrecer una solución coherente con el contexto y situación.

Arquitectura degenerada

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Siendo el ser humano un ente sin un hábitat natural, desprovisto de cobijo comenzó a valerse de elementos que encontraba en el paisaje para protegerse de la naturaleza.

Aquello que comenzó por mero instinto y que evolucionó gracias al conocimiento empírico es ahora toda una industria, carente, en muchas ocasiones, de sensibilidad y sobre todo del objetivo con el que nació: proteger al ser humano.

La arquitectura va más allá de lo físico. No solo procuran cobijo, también ha sido dotada con significados. El ser humano ha logrado crear para sí mismo un lugar en un espacio y tiempo determinados. Las arquitecturas que se han construido a través del tiempo son una narración sobre el ser humano y su paso en la tierra.

La arquitectura dotó de identidad al habitante y el habitante reflejó su identidad en la morada que servía como cobijo, punto de encuentro o espacio para el alma. La de antes, la del paisaje, aquella que se hacía empíricamente y con los materiales que se tenían a la mano mantenía un vínculo muy estrecho con la tierra que la sostenía.

Sin embargo Los humanos y su habitar han evolucionado desde entonces hasta llegar al presente marcado por la amenaza del futuro y la pérdida del habitar, no solo la nuestra sino también las de otras especies.

Actualmente nos encontramos con un entorno global, donde existen ciudades con edificios de escalas, anteriormente, inimaginables. Organismos independientes que no guardan relación entre su interior, exterior ni con el contexto urbano.

Habitamos espacios que ya no son arquitecturas sino algo más, compuesto por elementos arquitectónicos y tecnológicos. Tenemos construcciones que son réplicas de un modelo fijo que se determinó adecuado. Si la arquitectura es aquel espacio dotado de identidad y que crea un lugar en el espacio y tiempo ¿cómo le llamamos a aquello que ahora habitamos? ¿Qué es eso en lo que vivimos que sustituyó bosques, pastizales y otros entornos naturales? Si la construcción y concepción de un diseño arquitectónico exigen sensibilidad para ofrecer respuestas formales y metafísicas adecuadas ¿Cómo le llamaríamos a aquellos modelos egoístas infinitamente replicados en distintos contextos?

La nueva manera de rechazar

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El conseguir clientes es de los factores fundamentales para que una empresa prospere y la comunicación juega un rol muy importante para conseguirlos.

Tratar con los clientes es algo que se aprende en el camino, a base de errores y aciertos, no es algo que usualmente enseñen en la academia, es más bien una habilidad empírica.

La forma de captar clientes, presentar propuestas y discutir proyectos no es la misma que hace diez años, la tecnología a modificado significativamente la manera de relacionarnos. Con un simple click se pueden adjuntar propuestas en un correo electrónico o presentarla en un concurso.

Apoyarnos en herramientas tecnológicas puede hacer que la comunicación sea más sencilla: llamar por teléfono, hacer uso de plataformas en línea de arquitectura para participar en concursos, conversar con el cliente por medio de whatsapp o skype, enviar nuestro cv o portafolio por correo, entre otros. A pesar que aparentemente la tecnología facilita la comunicación con el destinatario de nuestras propuestas pareciera que hay más silencio ahora que en otros tiempos.

Algunos prospectos y clientes optan por no contestar los mensajes como método para rechazar alguna propuesta. La etiqueta del mundo laboral ha cambiado; en vez de mandar un mensaje claro con una respuesta negativa la gente se abstienen de contestar.

Los arquitectos y diseñadores por naturaleza estamos acostumbrados a la crítica, sin embargo el rechazo sigue siendo difícil pero encuentro aún más dolorosa la indiferencia y el silencio. Ya que una crítica implica que el receptor del mensaje se tomó el tiempo de analizar la propuesta y rebatirla.  El recibir una crítica puede ayudar a visualizar aspectos anteriormente no considerados, la buena crítica puede ayudar a un proyecto a evolucionar. El rechazo claro y con todas sus letras puede ayudarnos a hacer mejores propuestas en futuras ocasiones. Por el contrario,  el silencio solo causa ansiedad y expectativa de una respuesta que en ocasiones no va a llegar.

Sobre los tibios

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La complejidad de la existencia en ocasiones demanda tomar acciones tajantes. El orden social, a veces, exige a los individuos, en cuestiones de profesión, enfocarse en una disciplina en específico, trabajarla y llegar a cierto grado de perfeccionamiento. En materia de reputación y currículum vitae es premiado aquel cuya trayectoria está fuertemente marcada hacia una ruta clara y específica.

Sumado a la inexperiencia propia de la juventud, la presión de elegir algo que determinará varias cosas del resto de nuestra existencia, seleccionar una carrera se convierte en una tarea difícil, sobre todo para aquellos que no somos asiduos a los extremos y que no estamos seguros del camino a seguir.

Visto desde un panorama estricto, parecería ser que el “equivocarse” de vocación es una gran desventaja, ya que se ha perdido tiempo valioso desarrollando actividades para una carrera diferente de la que en realidad se busca seguir, trabajar y perfeccionar.

Incluso una vez elegida una disciplina se evalúa como la mejor opción el enfocarse en temas específicos dentro de esta.

Con este panorama en mente resulta apremiante elegir algo, no cometer errores y trabajar de inmediato en ello.

Aquellos con la cabeza en el aire y varias pasiones pueden verse como tibios, a algunos les da la impresión que falta compromiso y ambición de su parte.

Existen personas cuya filosofía es “nunca es tarde para empezar”, positivos, con muchos sueños, idealistas. Según su manera de ver las cosas el individuo podría equivocarse de rumbo una y otra vez hasta conseguir aquello que lo convence.

No creo que exista una respuesta correcta y un solo camino a seguir. Cada experiencia es distinta. Cada individuo percibe la vida de manera diferente. Lo que si debería existir es mayor información respecto a las opciones que tenemos y un mejor conocimiento de uno mismo. Y después de esto ser objetivos, aceptar lo que tenemos y lo que podemos modificar y elegir no solo por pasión sino también con un realismo honesto.

La importancia de las labores domésticas para la justicia social

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La promesa latente de lograr igualdad entre hombres y mujeres es una esperanza que se ha llevado a la realidad hasta cierta extensión.

El diseño y la arquitectura son disciplinas que aún están mayormente dominadas por hombres, encuestas como la realizada en 2017 por The Architectural Review prueban que aún hay un camino largo por recorrer para lograr un salario justo para las mujeres y en general un mejor ambiente en la disciplina. 

Desde luego este problema tiene un origen multifactorial y es complicada su solución. Conocer la situación y hacer conciencia de los comportamientos que son aceptables e inaceptables es un buen comienzo.

La arquitectura y el diseño no son las únicas disciplinas con un panorama como tal para las mujeres. Se necesitan realizar análisis y crear propuestas integradoras en todas las áreas del conocimiento y la economía.

Una parte de la solución para la equidad de género fue propuesta el 15 de octubre por el IMF (International Monetary Fund): Una redistribución y reducción del trabajo no pagado. 

Parecería que la organización familiar es un asunto privado, manejado en la intimidad de la casa. Sin embargo, los quehaceres de la casa y el cuidar de los hijos o ancianos tienen un peso importante en la actividad económica a pesar de no ser contado como parte del PIB.

Las tareas domésticas representan el 80% de las horas invertidas en trabajo no pagado.

Mucho de este trabajo no pagado, debido a normas culturales, falta de infraestructura o políticas familiares han sido delegados a las mujeres. Esta distribución injusta de labores no pagadas se traduce en un freno en la fuerza laboral femenina, ya que las mujeres no pueden explotar el cien por ciento su potencial. Lo cual genera una pérdida para todos debido a que las mujeres se ven orilladas en ocasiones a aceptar trabajos más sencillos, debajo de sus capacidades, y trabajos de medio tiempo para lograr un balance entre su trabajo pagado y labores domésticas.

De acuerdo con el documento del IMF, la alta prevalencia de mujeres en trabajos de medio tiempo es una de las claves de la brecha salarial de género, reforzando la iniquidad y haciendo un circulo vicioso en la distribución del trabajo no pagado.

Reconocer la existencia de esta distribución inequitativa es la primera parte de la solución. En promedio las mujeres hacen mas de dos horas de trabajo no pagado por día que los hombres. En el caso de México existe una disparidad importante haciendo las mujeres 7.1 horas más diarias de trabajo no pagado que los hombres. 

Incluso en los hogares con doble ingreso las mujeres siguen realizando la mayor parte del trabajo doméstico.

Sin embargo las evidencias señalan que las economías más avanzadas han experimentado una reducción de la brecha de género en cuestión de horas de trabajo no pagado en años recientes.

El trabajo femenino no pagado está negativamente relacionado con la participación femenina de fuerza laboral. Leyes, restricciones sociales e institucionales restringen la habilidad de las mujeres de trabajar, manejar sus bienes o tener su propio negocio y se asocian con mayor cantidad de trabajo no pagado para ellas y menor cantidad de trabajo no pagado para los hombres.

Tener hijos y una pareja aumenta la cantidad de trabajo no pagado en mayor proporción para las mujeres que para los hombres y disminuye la cantidad de tiempo invertido en trabajo pagado. Las mujeres con pareja invierten 1.5 más horas en trabajos no pagados que las solteras 

Solo las mujeres con un nivel de educación alto sustituyen el trabajo no pagado con pagado hasta cierto punto. Mujeres con más educación que la secundaria reducen su trabajo no pagado media hora en comparación con aquellas que tienen menos que la educación secundaria.

Mayor fertilidad está asociado directamente con mayor cantidad de trabajo no pagado. Mujeres con hijos invierten 37 minutos más en trabajos o pagados que las mujeres sin hijos. Y esta cifra aumenta 12 minutos en promedio por hijo.

Las cifras arrojan que las mujeres hacen menos trabajo no pagado en las sociedades donde hay una equidad más fuerte en la gestión de activos. 

Las actitudes sociales y culturales respecto al rol de la mujer en la sociedad también puede influir en las decisiones de empleo. La decisión de hacer más trabajo no pagado puede ser considerado como preferencia aunque no sea algo voluntario.

Aparte de cifras en el documento  se incluyen políticas para hacer una redistribución del trabajo no pagado más justa.

Se propone que los gobiernos pueden ayudar a aliviar la carga de trabajo no pagado invirtiendo en infraestructura apropiada y servicios públicos. En particular en agua, electricidad, transporte, seguridad y saneamiento ya que pueden funcionar como “motores de liberación”. Al igual que la oferta de cuidado para niños y adultos mayores y permisos laborales para padres y madres.

Conclusión 

En muchas disciplinas aún existen injusticias y atropello de derechos humanos. Muchas veces estos están relacionados con cuestiones de género. Dicho problema tiene múltiples aristas y debe ser atacado desde diferentes frentes, uno de ellos es la distribución injusta de trabajo no pagado, la cual,  a pesar de haber disminuido en las últimas décadas aún es significativa. Incluso en los países más igualitarios do

nde las mujeres hacen como mínimo 20% más trabajo no pagado que los hombres. Siendo el trabajo no pagado mayormente labores del hogar. La carga de trabajo no pagado para las mujeres disminuye mientras el desarrollo del país aumenta.

Los gobiernos pueden ayudar a eliminar la desigualdad de trabajo no pagado al ofrecer servicios públicos como agua, electricidad, seguridad, cuidado de niños y adultos mayores. y en general invirtiendo en educación y salud.

Eliminar las barreras existentes para la fuerza laboral femenina reduce la cantidad de horas que las mujeres invierten en la producción de sus hogares y aumenta la participación en la producción del hogar del hombre. lo cual se traduce en disminuir la brecha salarial.

Fuentes:

https://www.imf.org/en/Publications/WP/Issues/2019/10/15/Reducing-and-Redistributing-Unpaid-Work-Stronger-Policies-to-Support-Gender-Equality-48688

https://www.architectural-review.com/essays/results-of-the-2016-women-in-architecture-survey-revealed/10003314.article

https://www.architectmagazine.com/practice/gender-equity-lacking-in-design-finds-the-architectural-reviews-2017-women-in-architecture-survey_o

Pago justo por diseño

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En ocasiones es difícil percibir el valor que un profesional aporta cuando se trata de un servicio, de cierta manera impalpable o de algún ramo que no conocemos. Tal es el caso del diseño: de difícil lectura en ocasiones y poco explorado por los no diseñadores.

Al ser la estética un tema poco valorado en la educación elemental la población general puede crear nociones falsas respecto a esta, pueden llegar a creer saber de la materia por pura intuición sin detenerse a estudiarla.

El diseño no solo es un plano, un dibujo o seleccionar una paleta de materiales, implica estudio, investigación, experimentación, creatividad y sensibilidad para proponer una solución adecuada a una situación puntual.  

Existen personas que dedican gran parte de su vida a esta labor sin embargo es tan poco apreciado el rubro que en ocasiones el servicio se regala, se prostituye y se realiza sin considerar las repercusiones que esas decisiones individuales tiene en el gremio.

Por ejemplo, es éticamente incorrecto regalar el trabajo, es injusto para los colegas y para la misma persona que lo está haciendo ya que se perpetúa la idea de que el diseño no tiene un valor como tal y que existen otras disciplinas u objetos más directos con mayor importancia.

Al diseño como a cualquier otra práctica se le debe dar su lugar como disciplina y cambiar ciertas costumbres que se han generado desde adentro, tal es la lucha de egos, muy presente en el diseño, algunos profesionales de la materia están empecinados en darle importancia solo al aspecto que ellos estudian y realizan, demeritando otras facetas de la materia. Cuando en realidad deberíamos cooperar unos con otros y realizar soluciones integradas, que estén pensadas desde los diferentes ángulos del diseño e incluso de otras disciplinas que no hacen más que enriquecer el producto final.

Arquitectura y naturaleza: La casa en el paisaje

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En este artículo escrito por Achillina Bo mejor conocida como Lina Bo Bardi para la revista Domus se trata el tema de la integración de la arquitectura al medio natural.

La arquitecta comienza describiendo el estilo al que se ha llegado debido a las corrientes de pensamiento que básicamente llevaban a crear superestructuras decorativas influenciadas con principios muy propios del formalismo académico del siglo XIX dando como resultado ‘formas fijas sintetizadas en un esteticismo superficial’ independientes a las condiciones del clima, ambiente, suelo y vida. Mismos elementos que, al contrario de esta corriente, son el eje en la arquitectura rural.

De dicha arquitectura abundan ejemplos por todo el mundo, construcciones con una correspondencia perfecta con la vida del hombre.

En la arquitectura moderna se ha creado una correspondencia entre técnica, estética y función para así establecer una relación estrecha entre la casa, la tierra, la vida y el trabajo. Las condiciones naturales del sito específico donde se encuentra la casa determina el diseño de la misma. De esta manera esas construcciones surgen como una respuesta sincera, determinada por el sitio y las medidas del humano. Otro elemento que la arquitectura moderna ha tomado de la construcción rural es la pureza de su forma. Diseños primordiales de formas espontáneas  con un sentimiento “puro” sin “folclores regionales” devuelven a la casa el valor de la construcción pura. 

 

El ornamento y lo honesto

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Tal como la inclinación del ser humano hacia el mal existe cierta propensión de éste hacia expresarse y manifestar su sentir de maneras diversas.

Como menciona Adolf Loos en Ornamiento y delito:  “El impulso de ornamentarse el rostro y cuanto se halle a su alcance es el primer origen de las artes plásticas”.

El ser humano no solo vive para saciar sus necesidades básicas, es un ente lo bastante complejo como para buscar la expresión, para ornamentar, tal y como comenta Loos.

A través del curso del humano en la tierra se han creado diferentes estilos, corrientes y cánones estéticos. En cada época algo se ha aportado a la historia y a la humanidad, no solo en el ámbito artístico y arquitectónico sino en las idiosincrasias y maneras en las que las sociedades trabajan.

Ciertas formas de expresión son juzgadas y condenadas, existen ciertas reglas y cierta ética en el arte y la expresión.

Las masas se van separando con base a no solo aspectos socio-económicos sino estéticos también. Un claro ejemplo son los tatuajes, que dependiendo del contexto pueden ser relacionados con criminales y degenerados o vistos como mero rasgo cultural como ocurre con los pueblos de Papúa.

Desde hace unos cuantos años, a partir de cambios drásticos en la ciencia, tecnología y sociedad la arquitectura se ha modificado.

A raíz de la segunda guerra mundial surgió la necesidad de fabricar espacios habitables, de economizar y hacer refugios de manera más eficiente, es gracias a esto que en algunos lugares se deja de fabricar arquitectura decorativa con arraigados principios academicistas y se empieza a responder de manera más honesta a las necesidades del hombre perteneciente a un siglo repleto de cambios y tecnologías anteriormente no conocidas.

Lo que el hombre del siglo XIX aporta a la humanidad es la desaparición del ornamento. Es espectador y el actor principal en una revolución estética, una reanudación mental que nos coloca en una nueva época, dejando atrás la necedad de colocar objetos y ornamentos de tiempos pasados que no hablan el mismo lenguaje que las arquitecturas, diseños y mobiliarios que necesitamos en la actualidad.

Es admirable lo que se ha creado en otros tiempos y tiene un alto valor. Sin embargo no se debe dejar de lado la reflexión y el avance que nuestros antepasados han realizado. Debemos mirar hacia atrás con mente crítica, para aprender de lo bello y lo no tan bello y crear un futuro sincero, honesto, justo para los humanos que se desarrollen en él.

Fuentes

Ornamento y Delito de Adolf Loos. (n.d.). Retrieved May 11, 2018, from https://www.disenoyarquitectura.net/2009/05/ornamento-y-delito-de-adolf-loos.html

Hedonismo y sensibilidad

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Tanto para vivir como para desarrollarnos profesionalmente deberíamos de poseer ciertas cualidades básicas respecto al entendimiento de un vivir digno integrado a lo bello y al arte.

Ser capaces de percibir la vida como en realidad es. Callar los múltiples estímulos que recibimos a diario para dar paso a una contemplación de la vida que permita reflexionar sobre ella y que dichas cavilaciones tengan como fruto una existencia más plena y completa.

No abordar el arte como una máquina reservada para pseudo e intelectuales que hablan en palabras ininteligibles. Que analizan las cosas sin llegar a una solución.

Tampoco se trata de crear una fachada, de fingir que entendemos cosas ni intentar ser algo que no somos para lucir más cultos.

Se trata de tener un acercamiento terrenal a lo bello de la vida y de sus rituales. A respirar, sentir y vivir arquitecturas dignas, objetos relacionados con su uso, apreciar la belleza del campo, del desarrollo de las ciudades, de lo natural y de lo creado por el hombre.

Ser honestos con nosotros y los que están cerca. Exigir educación y solemnidad en el arte y las materias del corazón y de la expresión.

No vivir ciegos ni sordos a nuestros contextos. Saber crear objetos y consumirlos de manera sostenible. Apreciar los silencios. Digerir la información.  No temer al arte ni a la cultura, acercarnos a ellas de manera humilde y con mirada crítica. Por eso educarnos desde una tierna edad puede ayudarnos a vivir mejores vidas.

Vivir una espiritualidad libre de prejuicios y sin etiquetas. Vivir y permitir que otros vivan. Formar un criterio e incentivar a que otros hagan lo propio. La lucidez y el respeto nos ayudaría a llevar a cabo prácticas integrales y lógicas. Apreciaríamos más aquello que no se compra pero que se vive. Que se note el hedonismo mezclado con sensibilidad para poder brindar las mejores respuestas a las interrogantes de la existencia.

Cuestión de talla, no contexto

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La arquitectura de un lugar mucho depende de diferentes factores entre ellos la tecnología, contexto y materiales.

Debido a los adelantos tecnológicos la forma en la que se crea arquitectura se ha modificado. Desde hace un poco más de cien años se han utilizado materiales y tecnologías que favorecen la creación de estructuras de gran escala, esas a las que llamamos- como diría Koolhaas- edificios grandes, aquellos que parecen multiplicarse por todas partes del globo, que son similares a pesar de estar en contextos sociales, políticos y climatológicos muy disimiles.

Dichas masas, debido a su magnitud y la falta de criticismo en su concepción han sido espacios que se pretenden tratar como cualquier tipo de arquitectura. Sin embargo las mismas estructuras dictan lo contrario, los edificios grandes salen de proporción, las escaleras ya no son lo más factible en cuestión de circulaciones, la ciudad se vuelve un mero contenedor con poca relación con el edificio, se crea una identidad extraña, mezclada. Intentando encajar o no en el contexto de una ciudad y crear espacios adecuados para su uso en el interior.

Como menciona Koolhaas en su escrito “Delirio de Nueva York” los edificios entran en un ámbito amoral debido a su tamaño, su impacto no depende de su calidad.

Soy partidaria de la utilización de la tecnología para mejorar la vida, la arquitectura, la ciudad sin embargo pareciera que los adelantos tecnológicos y la capacidad crítica de la mente de los aquellos responsables de los edificios no van a la par, pareciera que aún no está resuelta de manera adecuada la relación entre integración y concentración.

Nos queda preguntarnos y proponer soluciones para crear arquitecturas integrales, flexibles pero con carácter. Pensar en cómo solucionar los edificios y crear o modificar aquella disciplina que se encargue de proponer resultados coherentes respecto a la concentración e integración.