Cuando el gel de ducha en crema se termina

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Cuando el gel de ducha en crema está por terminar se escuchan sus gritos de agonía antes de dar el último esfuerzo. Aquel equipo de envase y líquido da todo lo que le queda soltando un grito ahogado que más que grito parece una flatulencia sonora que despide un agradable olor.

Cuando el gel de ducha se termina las lágrimas inundan mis ojos, aquel grito desesperado me transmite la agonía del envase, está a punto de convertirse en un envase de pet vacío, sin propósito en la vida, todo lo que tenía dentro, todo su valor, paulatinamente va disminuyendo hasta que no queda nada, su dolor empieza cuando lo voltean de cabeza para que así sea más sencillo exprimir la vida que le queda dentro. Después de mantener aquella posición durante cierto tiempo lo estrujan por su parte media, le hunden los dedos y lo aprietan para que vomite todo lo que queda de aquel preciado gel, el gel sin ánimos de nada se deja llevar, permite que lo unten en un cuerpo ajeno, el gel al estar en contacto con el agua se va transformando en una sustancia más ligera, se empiezan a crear burbujas, su metamorfosis comienza, aquel bello estado culmina resbalándose por el cuerpo, el cual vierte agua para dejar que la espuma fluya y siga su camino, que baje por el vientre, que pase por las piernas, por los pies hasta terminar en el piso de la regadera donde después, por medio de la gravedad, es llevado hasta la coladera.

Todo esto lo presencia el envase, el cual está de cabeza, lo cual hace que sea una escena aún más grotesca,  el gel de baño que aún queda en su interior se acumula y se precipita para poder salir de él, el envase se da por vencido y deja que el hombre haga lo que quiera con lo que queda de su alma.