La nueva manera de rechazar

--Originally published at Del habitar y sus cosas

El conseguir clientes es de los factores fundamentales para que una empresa prospere y la comunicación juega un rol muy importante para conseguirlos.

Tratar con los clientes es algo que se aprende en el camino, a base de errores y aciertos, no es algo que usualmente enseñen en la academia, es más bien una habilidad empírica.

La forma de captar clientes, presentar propuestas y discutir proyectos no es la misma que hace diez años, la tecnología a modificado significativamente la manera de relacionarnos. Con un simple click se pueden adjuntar propuestas en un correo electrónico o presentarla en un concurso.

Apoyarnos en herramientas tecnológicas puede hacer que la comunicación sea más sencilla: llamar por teléfono, hacer uso de plataformas en línea de arquitectura para participar en concursos, conversar con el cliente por medio de whatsapp o skype, enviar nuestro cv o portafolio por correo, entre otros. A pesar que aparentemente la tecnología facilita la comunicación con el destinatario de nuestras propuestas pareciera que hay más silencio ahora que en otros tiempos.

Algunos prospectos y clientes optan por no contestar los mensajes como método para rechazar alguna propuesta. La etiqueta del mundo laboral ha cambiado; en vez de mandar un mensaje claro con una respuesta negativa la gente se abstienen de contestar.

Los arquitectos y diseñadores por naturaleza estamos acostumbrados a la crítica, sin embargo el rechazo sigue siendo difícil pero encuentro aún más dolorosa la indiferencia y el silencio. Ya que una crítica implica que el receptor del mensaje se tomó el tiempo de analizar la propuesta y rebatirla.  El recibir una crítica puede ayudar a visualizar aspectos anteriormente no considerados, la buena crítica puede ayudar a un proyecto a evolucionar. El rechazo claro y con todas sus letras puede ayudarnos a hacer mejores propuestas en futuras ocasiones. Por el contrario,  el silencio solo causa ansiedad y expectativa de una respuesta que en ocasiones no va a llegar.