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A veces las personas pasan por etapas de autoconocimiento, aprendizaje y descubrimiento sobre quiénes son, cuáles son sus sueños, sus metas y su propósito de vivir. son etapas difíciles y retadores por el simple hecho de que todo lo que uno conoce sobre sí mismo y aquellos a su alrededor cambia. a veces estas etapas son planeadas y a veces son espontáneas, son el efecto de una acción que no podemos controlar. o sí. estas etapas se presentan rara vez en la vida y cuando lo hacen uno tiene que dejar todo en pausa y escuchar, y ver, y pensar y sentir. creo que es un momento donde es importante poner más atención en uno mismo que en lo que pasa al rededor. lo malo es que muchos no entienden.

no entienden la desesperación, la tristeza y la culpa que uno siente cuando tiene que pasar por una etapa así. no entienden lo difícil que fue tomar la decisión de querer mejorar, cambiar. No es fácil, para nada. Es todavía peor cuando sufres de alguna estado mental limitante, como la ansiedad o la depresión. No dejas de pensar en qué pensarán de ti aquellos que haz desplazado. Amigos o familia. Te sientes mal por querer estar un tiempo sola, pero al mismo tiempo deseas que entiendan la situación que estás pasando, pero no pueden.

En una llamada con un amigo cercano, quien ha pasado por momentos muy difíciles enfrentando la depresión y la ansiedad me dijo: “dany, solo los que tienen depresión y ansiedad entienden, no puedes esperar que alguien que no lo ha pasado entienda” y es cierto. Por lo mismo, la carga emocional es mayor, porque a pesar de que compartas tus miedos, tu tristeza, nunca sentirán el hoyo negro que te deja sin aliento, que te hace sentir inseguro, que te atormenta. Cada quien vive el dolor diferente y por eso creo que a veces es necesario dejar de pensar en los demás y empezar a ver por uno mismo.


NECESITO IR

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Estoy hasta el cansancio de la rutina, de despertarme entre las 7 y 8 de la mañana para desayunar a las 9; de bañarme a las 10 y hacer mis tareas a las 11, de ir a la escuela a las 12 y salir a las 6; de usar mi computadora a las 7 y de cenar a las 8; de usar nuevamente mi computadora para después dormirme a las 11.

ESTOY HARTA. Estoy harta de ver las mismas cosas, los mismos lugares y a las mismas personas. No es que no aprecie nada de lo que tengo ni a nadie que está en mi vida, simplemente estoy harta. Necesito un cambio, necesito ir a otros lados, conocer nuevas personas, hacer cosas diferentes, hablar otro idioma.

Necesito ir y descubrir quien soy realmente, necesito ir para aprender nuevas cosas, necesito ir para cuidar de mi salud mental, necesito ir y encontrar la motivación para realizar mis sueños porque si sigo en el mismo lugar en el que estoy lo veo dudoso.

Dicen que los millennials tienen esta pasión por explorar y aprender cosas nuevas, de no quedarse encerrados en un solo lugar por siempre. Están preparados y listos para realizar cambios. Yo amo los cambios. Amo mi país, mi cultura y la gente que hay aquí, pero no me basta, quiero amar otros países, otras culturas y otras personas. Creo que el mundo es demasiado grande y que existen tantas cosas que no sabemos, gente extraordinaria que no conocemos.

Hay tantas cosas por hacer que a veces no alcanza una vida para experimentarlas, entonces porqué quedarnos en el mismo lugar todo el tiempo, porqué matar esa sed de conocimiento para satisfacer el conformismo, porqué encerrarnos dentro de cuatro paredes en lugar de salir.

Creo que todos en un punto de nuestra vida necesitamos ir.


SER MUJER EN MÉXICO

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Ser mujer en México no es fácil, vivimos constantemente bajo la mirada del patriarcado. Somos inferiores, no estamos a su altura. Somos culpables de aquello que no pase: un piropo, un chiflido, una nalgada, algún insulto, que nos enseñen el pene sin pedirlo, que nos asalten y que nos violen. No importa cómo nos veamos ni quiénes seamos, nunca estamos a salvo. Caminar por la calle te aterra por el simple hecho de que hay hombres en la banqueta opuesta. No podemos usar la ropa que nos gusta y salir a caminar, tenemos que cubrirnos porque se nos ha enseñado que es la única manera de “protegernos” de los extraños. Porque si estamos usando ropa que muestra un poco de piel, nosotras lo estamos pidiendo a gritos. No podemos disfrutar de maquillarnos o no maquillarnos, porque por ambas recibimos insultos. “Solo las feas usan maquillaje” “Qué asco, no se arregla” “La de la boquita roja” Te tratas de defender y se ríen de ti, porque saben que te da miedo.

Esto pasa en todos lados, no solo en la calle. Pasa en las plazas, en las universidades, en restaurantes e incluso en nuestra casa. Sí, en nuestra casa. Hemos internalizado este comportamiento social, desde pequeños aprendemos a decir cosas como “corres como niña” ó “gritas como niña” ó “le pegas como una niña”. Lo aprendemos en nuestras casas, en la escuela, en el parque y con cualquiera que viva en este país. Porque ser mujer en México es denigrante, es ser menos, es ser estúpida, es ser hormonal, es ser huevona, es ser ilógica, es ser un objeto sexual. Tanto hombres como mujeres viven del patriarcado, porque TODOS hemos dicho alguna vez algo para denigrar a la mujer. Puede ser algo tan sencillo como decir “puta”.

A los 10 años, un compañero me tocó la pompi y orgullosamente se lo dijo a todos. Lo único que pude hacer fue llorar hasta que la maestra me sacó del salón y preguntó qué pasaba. Cuando tenía 12, un niño me agregó en messenger y después de platicar por unos minutos, me mandó foto de su pene. A los 14 un compañero me dijo puta por el simple hecho de defender a una amiga. A mis 15, un tipo me tomó una foto y se burló de mi con sus amigos. A mis 16 años, un limpiavidrios se acercó a mi ventana y descaradamente me dijo “¿Eres caperucita? Porque te va a comer el lobo”, lo dijo en frente de mi papá. A mis 17 mi maestro de química, nos tomaba fotos de las piernas y nos grababa durante presentaciones. Simplemente el otro día entrando a la universidad, un tipo me volteó a ver y dijo “que buena”. ¿Creen que es divertido? NO LO ES. Es nefasto, es asqueroso, da miedo y lo peor de todo es que al final del día te sientes culpable. Porque eso es lo que nos han enseñado.


32 ESTRELLAS

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32 estrellas son las que cada noche sin falta cuento desde mi recámara. A pesar de tener una visión muy pequeña del cielo nocturno siempre entre las 9 y 10 de la noche cuento las estrellas. ¿Porqué lo hago? No tengo idea, es algo que hago por impulso. Pero lo que sí sé es que no importa cómo haya estado mi día, bueno o malo, divertido o aburrido, siempre que cuento las estrellas todo se siente tan tranquilo. Probablemente sueno muy poeta y tal vez un poco exagerada, pero así es como me siento. Es algo que hago desde que estaba en secundaria y a veces me da risa porque parece que me sacaron de una pintura de siglos pasados.

Mi rutina es la misma de siempre: primero me pongo una pijama o algo cómodo, después apago la luz y espero a que nadie se de cuenta de lo que hago. Por que es un momento íntimo entre ellas y yo. Me asomo y sé que veré unas 5 o 6 estrellas muy potentes y empiezo a contar. Las demás se esconden a primera vista, probablemente sea la contaminación o la cantidad de luz pública que hay a mi alrededor, pero aún así las puedo ver. Tienes que poner mucha atención para lograr contarlas todas o al menos las que más puedas. Las 32 que he llegado a contar. Una vez que termino de contarlas, tomo aire fresco y las observo por última vez. Es como si me estuviera despidiendo de aquel día y empezara desde cero para el día siguiente.

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Muchacha en la ventana – Salvador Dalí.


LA VERDADERA CARA DE LA ANSIEDAD

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Imagínense a ustedes mismos, observando su entorno. Lo primero que ven son sus zapatos, aquellos que te compró tu mamá con descuento y que has usado tantas veces que probablemente ya tengas que cambiar. El asfalto lleno de tierra y algunas piedras que no sabes de donde salieron. La banqueta que aunque tiene poco de ser arreglada, ya se asoma el crecimiento del pasto entre las ranuras de esta. Pasa una persona cerca de ti y agarras tus pertenencias con fuerza mientras desvías la mirada a otro lado. Te empieza a latir el corazón, demasiado rápido y no puedes controlarlo. Aprietas los puños y respiras hondo. Ves la hora en tu celular y sabes que se te está haciendo tarde, pero no puedes evitarlo. No puedes evitar quedarte inmóvil y con ganas de regresar a uno de los pocos lugares donde no te sientes así. Cada que pasa un coche bajas la mirada por miedo a que te volteen a ver, que te griten algo o simplemente se den cuenta de tu presencia. Ves pasar un taxi y tratas de pedirlo, pero algo te lo impide. En este momento tu garganta se empieza a cerrar poco a poco, te truenas los dedos de las manos y te arreglas la ropa. Te tomas un momento para calmarte y te armas de valor para hacerle una señal al taxi que viene por la calle. Cuando éste se para, te sientes triunfante, sin embrago tu corazón sigue igual, tus manos se mueven por sí solas y apenas puedes respirar. Te subes al vehículo y con las manos temblorosas te pones el cinturón de seguridad, si es que hay. Durante el trayecto observas y memorizas todo lo que puedas: la licencia del conductor, los seguros, las puertas, las ventanas, los asientos y miras constantemente la hora en tu celular. No por miedo a llegar tarde a donde sea que vayas, si no para mantenerte consciente en este instante. No dices ni una sola palabra al conductor y esperas llegar a tu destino. Bajas la venta. El aire pega ligeramente en tu cara y brinda el oxigeno que te falta. Tu corazón sigue latiendo rápido y no dejas de preguntarte si estarás bien, si el conductor no te va a secuestrar, si vas a llegar a tiempo, si lo que le dijiste a tu mejor amiga estuvo mal, si deberías hablar más frecuentemente con tus abuelos, si deberías mandarle un mensaje a la persona que te gusta, si vas a empezar el trabajo que tienes que entregar al final de la semana, si deberías hacer ejercicio, si tienes que disculparte con alguien, si te vas a encontrar con personas conocidas fuera del trabajo. Son tantos los pensamientos y preocupaciones que tienes, que no te das cuenta de que ya llegaron. Le das la cantidad exacta al señor del taxi, porque no te puedes permitir ir sin cambio. Te bajas y una vez estás entrando a ese lugar, te relajas. Pero con la relajación viene otra cosa: una migraña que te va a durar todo el día y evitará que te desempeñes como deberías hacerlo. Todo es un ciclo del que es muy difícil escapar, no lo puedes controlar y menos evitar. No tienes una opinión al respecto, te sientes desesperado y triste por ser víctima nuevamente de sentimientos que van más allá de ti.

Esta es la verdadera cara de la ansiedad.


ESTRÍAS Y OTRAS COSAS NATURALES DEL CUERPO

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1. Estrías. No recuerdo muy bien cuándo me salió mi primer estría, es más, probablemente ni siquiera recuerde a qué edad ni en dónde. Lo único que sé es que siempre han estado ahí: en mis piernas y estómago. Cuando era niña no les prestaba atención pues no me parecía que fuera algo raro, ya que mi mamá también las tenía. Después al entrar a la secundaria y estar rodeada de un frenesí de belleza y estándares sociales, me  asusté de ser la única que las tuviera. Me aterraba la idea de tenerlas y más de que vieran que las tenía.

Recuerdo que mis amigas empezaban a comprarse cremas/pomadas que desvanecían las estrías. En la tele salían comerciales donde personas con aparentemente la piel perfecta, hablaban de cómo su vida había cambiado al quitarse marcas tan nefastas como estas. Y si se te veían, las personas no perdían la oportunidad de remarcarlas con comentarios inmaduros y claramente estúpidos.

2. Vello. Después comenzaron a hablar de depilaciones y cómo es que las niñas nos vemos más bonitas sin vellos. Siendo una niña con muchos pelitos en los brazos, me deprimí por oír cosas cómo: “Tienes más pelos que yo y soy hombre” ó “Que asco con las niñas que no se depilan”. Fue tanto mi miedo de ser tratada mal por el simple hecho de no depilarme los brazos, que me empecé a tapar. Usaba blusas de manga larga, chamarras, suéteres y todo aquello que me pudiera cubrir. No me importaba si hacía 30 grados (vivo en gdl), yo siempre llevaba mi suéter puesto.

Y de ahí veías comerciales, pósters, pancartas y demás de personas si ningún vello en su cuerpo, depilándose. Hablando de que la mujer se ve hermosa luciendo piernas, brazos, axilas y cara sin vellos.

3. Acné. Ese fue el siguiente tema de conversación de las niñas de 14 años con las que convivía a diario. Algunas de ellas sufrieron de este problema y aunque todos entendíamos que era por nuestro desarrollo como adolescentes, muchos juzgaban. Si tenías granos te daban apodos denigrantes o hirientes. Te veías mal si no usabas maquillaje para tapar tus imperfecciones. Yo realmente nunca tuve problemas como el acné, pero sí me salían granitos de vez en cuando y sentía que llamaba mucho la atención.

Y claro, no faltaba la campaña de aquella marca famosa de maquillaje que traía nutrientes y químicos para eliminar tu acné. Entre más lo usaras, menos granos tenías. Y así veías a todas las niñas con su polvo compacto. No digo que esté mal usar maquillaje para tapar alguna que otra imperfección, porque yo también lo he hecho, si no que sintamos que es la única forma de sentirnos bien con nosotras mismas.

Es ahora, a mis veinte años donde esos temas ya ni me preocupan, sin embargo me entristece saber que crecí de esa forma. Me entristece saber que existen estándares que arruinan el desarrollo emocional y psicológico de niños y niñas, que sirven solo para encajar. Es la etapa más difícil de una persona pues empieza a descubrir su cuerpo, su sexualidad, sus gustos, básicamente a sí mismo, y aún así los bombardeamos con estos modelos genéricos. Lo peor de esto es que uno se da cuenta de que está mal mucho después de haber sufrido por tratar de seguir a los demás. Después de haberse lastimado de cualquier forma a sí mismo. De reprochar y reclamar no haber nacido como los demás.

Crecimos con una venda en los ojos pues la realidad es otra. Las estrías, los vellos y el acné son cosas naturales que todos tenemos en algún punto de nuestra vida. Nuestro cuerpo pasa constantemente por cambios y no debería de preocuparnos si es algo que la sociedad acepta o no. Veo a personas de cuarenta años estresándose por el hecho de tener canas, o de tener arrugas o por la pérdida de cabello. Vivimos intranquilos y cansados por estar constantemente tratando de arreglar aquello que es inevitable que nos pase.

Lo única solución que encuentro, es hacer las paces con tu cuerpo y dejar de escuchar lo que otros quieren que seas.


PERSONAS TÓXICAS Y FALTA DE OTREDAD

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Desde que nací me he visto rodeada de personas que no aportan nada positivo a mi vida, desde compañeros de clase, maestros, amigos e incluso familiares. Siempre me ha causado conflicto el hecho de que a muchas personas realmente no les importa si lo que dicen o hacen afecta a alguien más. Entiendo que no tenemos que tener ese compromiso con los demás pero una vez que es intencional, es señal de que esa persona es tóxica. Con esto me refiero a que hace comentarios negativos, disfruta ver fracasar a los demás y muchas veces querer herirlos, ya sea física, psicológica o emocionalmente.

Lo peor es que está normalizado en la sociedad, y como soy mexicana y he vivido toda mi vida aquí, voy a hablar de lo que pasa en México. Me parece increíble que cada día existan más campañas en contra de la violencia doméstica, del acoso, campañas anti-bullying, campañas a favor de los derechos de la comunidad LGBTQ, a favor de la equidad de género y demás. Son eventos que están cambiando notoriamente a nuestro país y a los mexicanos. Sin embargo creo que existe un problema mayor que está al fondo de estos: La falta de respeto hacia las creencias, ideologías, estilo de vida de las personas que nos rodean. La falta de otredad, en la que se reconoce, se respeta y se convive con las diferencias de los demás.

Como buena millenial, todos los días entro a mis redes sociales y nunca faltan comentarios ignorantes de terceros. Si llevas una dieta vegana/vegetariana y subes una foto de tu comida: No mames, no sé cómo puedes comer solo lechuga, no te sirve de nada. Si tienes sobrepeso y subes una foto de ti: Wey, ¿no le da pena subir eso? Si haces pública tu relación con alguien del mismo sexo: Dios estableció que la pareja debe ser entre un hombre y una mujer. Si das tu opinión sobre lo injusto que es recibir menor salario por ser mujer: feminazi.

¡BASTA! De por sí todos los días nos vemos rodeados de terribles noticias. ¿Porqué las personas sienten la necesidad de esparcir odio? No le veo el punto y por más que respete el derecho a la libre expresión, no está justificado cuando tu intensión es herir o imponer tus creencias.

Nuestra sociedad se acostumbró a criticar y rechazar las cosas que no entienden. Muchas personas creen que tienen el derecho de cuestionar la forma en la que vive alguien más. Creen que pueden entender o saber qué es lo que ha vivido, lo que siente y piensa. Todo el mundo se cree experto en la vida del otro cuando la realidad es que ni siquiera entiende lo que pasa en la suya. Vivimos en la hipocresía, donde un minuto apoyamos una causa y al otro criticamos a alguien por no satisfacer nuestros estándares.

La mayoría se ven como filántropos pero la realidad es que todos, en algún punto hemos juzgado a alguien por su apariencia, por su dieta, por su sexualidad, por su sexo, por su forma de vestir, por su nivel social. Personalmente he llegado a un punto en el que no soporto más ver cómo éstas personas quieran dictar en la vida de los demás.


QUINTO DÍA – FIN DE LA SEMANA I

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Primero que nada quiero corregir mi comentario de ayer, hoy definitivamente fue mi día favorito de la semana. Empezamos con Ken explicándonos y haciendo preguntas sobre nuestro blog y demás. Diego Zavala, uno de los profesores de la carrera de comunicación (LCMD), vino a darnos una platica sobre los proyectos audiovisuales y nos enseñó a editar. Algunos tuvieron que usar página online para editar su video y otros, como es mi caso, usamos un programa en nuestra computadora. Mi favorito siempre ha sido Adobe Premiere pero en este caso usé iMovie por la facilidad de la edición. Para la música, usé una página que recomiendo bastante porque puedes descargarla gratis y con derechos de autor, lo cual es legal jaja.

Aquí está mi video?

Después de eso tuvimos una conferencia en linea con Rebecca Hogue y Helen Deward. Con ellas platicamos sobre los blogs y cómo deberíamos involucrarnos con el sitio de otros. Les comparto la conferencia.

Finalmente Ken se despidió de nosotros y cada uno se fue a donde la vida lo llevara, jaja. Creo que fue una semana realmente productiva y que me gustó bastante, ya que muchos salieron de su zona de comfort y empezaron a escribir. En mi caso, la escritura es a lo que me quiero dedicar y aunque ya estaba familiarizada bastante bien con los blogs, el estar escribiendo todos los días me gustó mucho.


CUARTO DÍA – BLOGS Y VIDEO SAFARI

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El cuarto día de la Semana I, debo decir que esta semana ha pasado bastante rápida. Creo que hoy ha sido el día que más me ha gustado de la semana, por todo lo que hemos hecho. Primero que nada me compré un café para sobrevivir al aire acondicionado del auditorio y relajarme. Ken, al igual que los demás días, nos dio la instrucción de leer los blogs de nuestros compañeros y dejar uno que otro comentario. Yo leí varios y la verdad hubo algunos que me gustaron bastante y que me tomé la libertad de comentar en estos. Me gustaría checar los blogs de todos los que están en el curso pero sería muy tardado y cansado de hacer.

Después cada quien se puso a buscar diferentes herramientas que hicieran más fácil la tarea de bloggear. Las que yo encontré y ya conocía están muy muy padres, son las siguientes:

  1. Lightroom

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Este programa es excelente para la edición de fotografías. Es una herramienta en la que puedes cambiar los settings de tus fotografías: el color, la exposición, los filtros, etc.

2. Piktochart

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Piktochart es una de mis herramientas favoritas para crear imágenes, infografías y presentaciones. Aunque el sitio sea para eso, se pueden hacer cosas ilimitadas. Se puede organizar la información de forma que se vea bonita y ad hoc.

Además de estas dos herramientas, encontré un post que contiene 100 páginas para ayudar a los bloggers. Está muy completo y creo que tiene páginas muy buenas. ¡Denle un vistazo!

VIDEO SAFARI

La segunda actividad del día fue salir a grabar cosas que nos gustan e interesen. Al principio no sabía qué grabar pero al pensar un poquito más, me di cuenta de que hay muchas cosas a mi al rededor que me gustan y disfruto ver todos los días. Me gustó mucho esta actividad porque soy una persona muy creativa y me gusta mucho producir videos (soy comunicóloga jaja).

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via GIPHY


Be social under your own awareness

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Great blog, great friend. Los invito a que lean este increíble blog con excelentes opiniones sobre la identidad digital?

dannielsantana's blog

Yes, we also speak english.

So basically, today’s topic at #iTecGDA was about what happens whenever you share something on facebook, twitter, instagram or any other massive social network that area nowdays “popular”. Whenever you post a picture on your profile on any of these networks, do you guys take a second before posting it to know, what is the reach of your post? Have you guys tried to know where does your photo goes to? Picture this, you take a picture of your baby, of your dog, of your girlfriend and it’s good you know, but, “what is the risk of that?” you may think. That picture you took, in seconds it can give you likes on social networks, in minutes it can give you something to talk with your aunt that you haven’t talked to in months; but without your concern, now that photo is on data bases that…

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