Pago justo por diseño

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En ocasiones es difícil percibir el valor que un profesional aporta cuando se trata de un servicio, de cierta manera impalpable o de algún ramo que no conocemos. Tal es el caso del diseño: de difícil lectura en ocasiones y poco explorado por los no diseñadores.

Al ser la estética un tema poco valorado en la educación elemental la población general puede crear nociones falsas respecto a esta, pueden llegar a creer saber de la materia por pura intuición sin detenerse a estudiarla.

El diseño no solo es un plano, un dibujo o seleccionar una paleta de materiales, implica estudio, investigación, experimentación, creatividad y sensibilidad para proponer una solución adecuada a una situación puntual.  

Existen personas que dedican gran parte de su vida a esta labor sin embargo es tan poco apreciado el rubro que en ocasiones el servicio se regala, se prostituye y se realiza sin considerar las repercusiones que esas decisiones individuales tiene en el gremio.

Por ejemplo, es éticamente incorrecto regalar el trabajo, es injusto para los colegas y para la misma persona que lo está haciendo ya que se perpetúa la idea de que el diseño no tiene un valor como tal y que existen otras disciplinas u objetos más directos con mayor importancia.

Al diseño como a cualquier otra práctica se le debe dar su lugar como disciplina y cambiar ciertas costumbres que se han generado desde adentro, tal es la lucha de egos, muy presente en el diseño, algunos profesionales de la materia están empecinados en darle importancia solo al aspecto que ellos estudian y realizan, demeritando otras facetas de la materia. Cuando en realidad deberíamos cooperar unos con otros y realizar soluciones integradas, que estén pensadas desde los diferentes ángulos del diseño e incluso de otras disciplinas que no hacen más que enriquecer el producto final.

Entre críticas y cultura

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En el caso muy específico del diseño en México se respira un ambiente de duda, entre promocionar el arte y criticarlo existe una frontera un tanto desdibujada marcada por el miedo y el elitismo. La crítica llega a ser frívola y poco provechosa con una finalidad en sí misma.

Para buscar temas relacionados al arte y la cultura hay que hurgar entre periódicos y revistas, en el primero sobretodo, rara vez uno se encuentra con asiduos periodistas al arte, a la arquitectura o al diseño y la cultura en general, periodistas locales que se encarguen de las expresiones artísticas y arquitectónicas de la ciudad, como diría Lina Bo Bardi, la cultura está relegada a libros que poca gente lee.

Se habla de falta de cultura pero nadie hace nada para remediar el estado en el que se encuentra la población en general. Por un lado tenemos a los críticos, a los artistas e intelectuales que se quedan en su pequeño círculo discutiendo temas que quedan en el mundo de las ideas o que son creados para su autoconsumo.

Por otro lado están científicos e investigadores, que igualmente están encerrados en su propia atmósfera, alejados de populo y del arte. Ambos bandos pecando se soberbia y dejando de lado al populo, que lucha a cada día por sobrevivir, que se encuentra tan ocupado en día a día que no tiene tiempo para centrar su pensamiento en temas enigmáticos.

En pocas palabras, se critica y se estudia la vida desde un espacio cómodo pero no se toman medidas prácticas. En las escuelas no se enseña sobre la satisfacción espiritual, en ocasiones se llenan las mentes de los jóvenes de conocimiento poco práctico y tergiversado, como menciona Bo Bardi “las escuelas se han convertido en la antítesis de la vida”. Ella misma plantea preguntas sumamente interesantes: ¿Por qué no sustituimos la cultura abstracta, metafísica, cosmopolita por las diversas culturas capaces de resolver los problemas de los varios países que, reunidos, podrían formar el gran concierto de la cultura mundial? ¿Por qué el literato no ha sido aún sustituido por el nuevo humanista, con bases técnicas capaz de resolver y comprender los problemas humanos?

Sus preguntas tan interesantes como difíciles de llevar a cabo en un contexto real nos enseñan los primeros pasos para cambiar el panorama al que nos enfrentamos. No puede existir una mente crítica si hay ausencia de pensamiento. Dejemos de esperar panoramas ideales y actuemos con lo que se tiene. Educadores, periodistas, científicos, diseñadores y gobernadores tienen mucho que aportar en pro de una población con vivienda, alimento y educación.

Respecto a la apropiación cultural

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¿Es correcto utilizar características y símbolos de una cultura ajena para beneficio propio y justificarlo clamando tener una profunda admiración hacia dicha cultura o nación?

La apropiación cultural ha estado presente por muchos años, en diferentes industrias y países, el diseño, específicamente la moda no es excepción.

Desde tejidos y patrones pertenecientes a culturas indígenas hasta aretes que para unos son símbolo de resistencia los grandes corporativos encargados del camino que sigue la industria de la moda han tomado objetos y símbolos de ciertas culturas para lucrar con ellos. Algunos claman beneficiar a su “objeto de inspiración” aportándoles cierta compensación económica por el uso de su identidad pero ¿está realizándose una cooperación justa?

La apropiación cultural perpetúa la idea de la superioridad de los blancos ante la gente de color y se vive día a día tanto en las pasarelas como en las calles.

Existe un debate tremendo respecto a este tema. Muchas veces aquellos que se han apropiado de algún estilo ajeno a su cultura se excusan por medio de palabras como “promoción”, “admiración”, “homenaje” y muchas otras.

Unos cuantos se justifican con el argumento de vivir en un mundo globalizado. Apelando a la cercanía de culturas fruto de la tecnología, a ser ciudadanos del mundo y no de un país en específico.

Estoy de acuerdo en emular prácticas que han desarrollado algunos y que han probado ser la mejor opción pero puntualmente en la moda: ¿En qué beneficia a los blancos  portar conrows? ¿En qué beneficia a una chica blanca utilizar bordados que emulan diseños oaxaqueños desarrollados por alguna compañía de alta costura? más importante ¿en qué beneficia a estos artesanos oaxaqueños que se usen sus bordados? ¿Por qué ciertos peinados son aceptados socialmente y calificados como bellos solo si son usados por ciertas personas?

En el caso específico de Wes Gordon y Carolina Herrera ¿por qué mostrar solo modelos blancas utilizando ropas reminiscentes a culturas mexicanas indígenas? ¿por qué no usar otro tipo de modelos? ¿Por qué las prendas se realizan con base en ciertas dimensiones corporales?

Otro problema con la propiciación cultural es que perpetua estereotipos de ciertas culturas, se le manipula a tal grado que se pierde el contexto del objeto. El usuario final muchas veces no tiene ni idea del significado detrás de aquello que usa como accesorio.

Para este tipo de temas y muchos más es necesario que tengamos una mente crítica. Poseer un basto conocimiento respecto a lo que se piensa hacer. Puede ser válido inspirarse en culturas ajenas siempre y cuando haya un análisis detrás de esto y una colaboración justa, donde se respeten los derechos de autor y se tome en cuenta el contexto en el que surgió dicha idea.

Por estas y otras razones debe existir mayor visibilidad de todas las personas de color y situaciones ajenas a la “cultura” blanca. Basta de imponer estándares ajenos a culturas con su propia identidad. Aboguemos en pro de la representación de diferentes contextos, favorezcamos el conocimiento y fomentemos el pensamiento crítico.

La responsabilidad del turista

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Se diseminan por las calles, ayudados por textos, guías y aplicaciones, caminan con bocas abiertas y aparatos listos para capturar la escena.

Con variados niveles de conciencia hacen caso a señales y letreros, detienen su peregrinaje de vez en cuando ya sea para descansar un poco o para tomar fotos.

Las redes sociales son sus mentores; van a los lugares obligatorios tomando fotos en los ángulos y poses ya clásicos. En ocasiones se valen de artefáctos tales como el ‘selfie stick’ para lograr mejores resultados. No seguir aquel ritual es como ni siquiera haber viajado.

Muchos consumen la cultura del sitio sin estar al tanto del por qué de su vista. Esto lo hacen miles y miles de turistas hasta reducir a la ciudad a la calidad de ‘parque temático’. Hasta enfadar a los locales.

Se llega a un punto de locura donde a las ciudades se les acota tanto que terminan siendo una pantomima cursi del resultado del estereotipo de una cultura.

De esta manera el turista desvirtúa las ciudades, expirimíendolas hasta el cansancio. Contaminándolas con su desinterés e ignorancia. Convirtíendolas en un relato tres pesino que se cuenta con afán de presumir o para darse aires de conocedor o para tachar un punto en un mapamundi colgado en la habitación que posteriormente se convierte en un post en alguna red social con hastags como #conquistando al mundo o #globtrotter.

Sin atisbo de arrepentimiento la historia se repite una y otra vez.

Arquitectura y naturaleza: La casa en el paisaje

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En este artículo escrito por Achillina Bo mejor conocida como Lina Bo Bardi para la revista Domus se trata el tema de la integración de la arquitectura al medio natural.

La arquitecta comienza describiendo el estilo al que se ha llegado debido a las corrientes de pensamiento que básicamente llevaban a crear superestructuras decorativas influenciadas con principios muy propios del formalismo académico del siglo XIX dando como resultado ‘formas fijas sintetizadas en un esteticismo superficial’ independientes a las condiciones del clima, ambiente, suelo y vida. Mismos elementos que, al contrario de esta corriente, son el eje en la arquitectura rural.

De dicha arquitectura abundan ejemplos por todo el mundo, construcciones con una correspondencia perfecta con la vida del hombre.

En la arquitectura moderna se ha creado una correspondencia entre técnica, estética y función para así establecer una relación estrecha entre la casa, la tierra, la vida y el trabajo. Las condiciones naturales del sito específico donde se encuentra la casa determina el diseño de la misma. De esta manera esas construcciones surgen como una respuesta sincera, determinada por el sitio y las medidas del humano. Otro elemento que la arquitectura moderna ha tomado de la construcción rural es la pureza de su forma. Diseños primordiales de formas espontáneas  con un sentimiento “puro” sin “folclores regionales” devuelven a la casa el valor de la construcción pura. 

 

El ornamento y lo honesto

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Tal como la inclinación del ser humano hacia el mal existe cierta propensión de éste hacia expresarse y manifestar su sentir de maneras diversas.

Como menciona Adolf Loos en Ornamiento y delito:  “El impulso de ornamentarse el rostro y cuanto se halle a su alcance es el primer origen de las artes plásticas”.

El ser humano no solo vive para saciar sus necesidades básicas, es un ente lo bastante complejo como para buscar la expresión, para ornamentar, tal y como comenta Loos.

A través del curso del humano en la tierra se han creado diferentes estilos, corrientes y cánones estéticos. En cada época algo se ha aportado a la historia y a la humanidad, no solo en el ámbito artístico y arquitectónico sino en las idiosincrasias y maneras en las que las sociedades trabajan.

Ciertas formas de expresión son juzgadas y condenadas, existen ciertas reglas y cierta ética en el arte y la expresión.

Las masas se van separando con base a no solo aspectos socio-económicos sino estéticos también. Un claro ejemplo son los tatuajes, que dependiendo del contexto pueden ser relacionados con criminales y degenerados o vistos como mero rasgo cultural como ocurre con los pueblos de Papúa.

Desde hace unos cuantos años, a partir de cambios drásticos en la ciencia, tecnología y sociedad la arquitectura se ha modificado.

A raíz de la segunda guerra mundial surgió la necesidad de fabricar espacios habitables, de economizar y hacer refugios de manera más eficiente, es gracias a esto que en algunos lugares se deja de fabricar arquitectura decorativa con arraigados principios academicistas y se empieza a responder de manera más honesta a las necesidades del hombre perteneciente a un siglo repleto de cambios y tecnologías anteriormente no conocidas.

Lo que el hombre del siglo XIX aporta a la humanidad es la desaparición del ornamento. Es espectador y el actor principal en una revolución estética, una reanudación mental que nos coloca en una nueva época, dejando atrás la necedad de colocar objetos y ornamentos de tiempos pasados que no hablan el mismo lenguaje que las arquitecturas, diseños y mobiliarios que necesitamos en la actualidad.

Es admirable lo que se ha creado en otros tiempos y tiene un alto valor. Sin embargo no se debe dejar de lado la reflexión y el avance que nuestros antepasados han realizado. Debemos mirar hacia atrás con mente crítica, para aprender de lo bello y lo no tan bello y crear un futuro sincero, honesto, justo para los humanos que se desarrollen en él.

Fuentes

Ornamento y Delito de Adolf Loos. (n.d.). Retrieved May 11, 2018, from https://www.disenoyarquitectura.net/2009/05/ornamento-y-delito-de-adolf-loos.html

Flashy flesh

--Originally published at Identidad digital

During my short career as a designer I have noticed than most of my clients and people that have asked for my advice as a designer have a certain inclination towards a ‘flashy’ approach to design. I believe I had the same inclination not so long ago. But something has changed, I feel like franc design is the kind of conception I value the most. In my opinion, the beauty of an object relies on how it was conceived and how honest the designer was towards the approach of solving a problem with this ‘new’ design in the simplest way. This simple way includes using the most logic materials, shapes and colors according to the situation. However I’m aware that that is not the most popular opinion.

I would call a silent object to the things that solve the task they are supposed to and integrate to a franc life. And that kind of design is what I aspire to create and what I think we should aim to possess. Because there is no use having intricate, flashy objects when you can have a silent one that can perform the task we are looking to solve.

I believe the spirit of an object can drastically change the atmosphere of the place it is located.

Ordinary, natural looking -hence beautiful- objects can make people feel in a more sincere atmosphere. Even if it does not seem like it, there is something about telling the truth that makes people more reliant, authentic and happy.