Semestre I una breve historia

--Originally published at Mike's Blog

Semestre I, un semestre algo polémico en el sistema Tec, ya que las clases cambian de manera radical. Este semestre tuve la “oportunidad” de cursar un semestre en esta modalidad. Nótese las comillas, ya que no tuvimos opción. Después de muchos corajes por la manera en la que nos enteramos del semestre, creo empecé muy emocionado por este semestre, ya que nos iban a poner un reto, e iba a ser como trabajar por un semestre.

Empezamos algo raro, ya que no supimos ni el reto, ni el horario hasta el primer día de clases. Las únicas cosas que sabíamos antes de eso, era que el reto estaba relacionado a Internet de las Cosas, y que el horario iba a ser dinámico. Para los alumnos, y los profesores esto rompía paradigmas, entonces tomó trabajo el acostumbrarse al ritmo de trabajo, y a los diferentes módulos. El primer día hicimos los equipos con los que íbamos, y estamos trabajando todo el semestre. Los profesores nos dieron la opción a nosotros de hacer los equipos, y nuestro equipo fue el más grande, cinco personas; Pietra, Edwing, Diego, Wicho y yo. Al principio estuvo chistoso, ya que yo solo conocía bien a Diego y Edwing, nunca pensé lo bien que me iban a caer los demás.  El trabajo en equipo es normal en el Tec, lo que no es normal, es trabajar en equipo todo el tiempo.

El primer “parcial” fue extremadamente confuso, ya que sabíamos cual era el reto, y sabíamos como resolverlo, pero solo a grandes rasgos, no teníamos idea de como plantear una solución que estuviera bien planteada, y fuera viable, pero medio a ciegas y a como pudimos salimos. Lo que se me hacía más extraño de este parcial, era obviamente el horario cambiante, pero tambien la materia redes, o mejor dicho materias. Digo materias ya que llevamos redes I y redes II al mismo tiempo, por los requisitos del reto. Lo extraño de esta coalición de materias era que teníamos a dos profesores, y al principio era confuso diferenciar, entre las dos materias. No fue hasta después de la primera inmersión que nos dimos cuenta de que casi toda la primera parte era redes I, y redes II vino después.

En fin, llegamos a la primera inmersión sin saber que esperar. Yo en lo particular estaba muy nervioso, ya que siempre nos describían inmersión como un matadero. Nos dieron los requerimientos un viernes antes, y los leí, no era tan difícil como pensé. Llegamos el lunes, inicio de la semana de inmersión, al kick off. Nos dieron instrucciones más detalladas de entregables, y las metas de la semana, y nos pusimos a trabajar. Tengo que decir que mi equipo me impresionó. Cuando llegué Diego se había hecho cargo del servidor apache, Pietra, investigó todo lo necesario de redes, para casi solamente llegar a copiar los comandos, y Wicho, había hecho más de la mitad del código del microcontrolador. Por primera vez en mi vida, no tenía nada que hacer de trabajo práctico. Edwing y yo nos dedicamos a la investigación, presentación, y todo lo de redes. El problema fue que nos confiamos. Para el miércoles habíamos terminado casi todo, faltaban cosas, pero no hicimos tanto caso. Cuando menos nos dimos cuenta, ya estábamos en viernes, y la presentación era en quince minutos. En ese entonces yo pensaba que nuestra presentación era a prueba de balas, ahora me rio de ese pensamiento. Empecé a presentar yo, y me puse demasiado nervioso, no? Solo los que me vieron entenderán, creo que nos fue decente, pero yo no quería decente, yo quería muy bien. Terminamos la presentación, me quité el saco, y estaba empapado en sudor de los nervios. Hasta ahora no sé porque me puse tan nervioso, ya que la presentación era para nuestros maestros.

Termina primera inmersión, nos dan la retro, empezamos de nuevo a trabajar, pero ahora para la siguiente inmersión. El cambio más radical fue que ya teníamos la idea completa del proyecto, y ya teníamos claro todo. Volvimos al trabajo habitual, y las cosas se estabilizaron. El tiempo fluía más rápido y empezamos a disfrutar más las cosas, todo se acomodó. Pero empezó a surgir un problema, perdimos las ganas de trabajar. Nos empezamos a hartar del proyecto, y del semestre, llegamos a decir que este semestre lo tiramos a la basura. Creo que la razón por la apatía fue principalmente por dos razones. La primera, fue que nos encajonaron. El proyecto de nuestro semestre empezó siendo muy amplio, y nos daban la libertad de resolver el proyecto de la manera en que quisiéramos, pero conforme pasó el tiempo, los proyectos empezaron a parecerse cada vez más hasta ser casi idénticos. Creo que esto creó un ambiente de competencia entre nosotros, e incluso llegó a afectar nuestras relaciones. La segunda razón, fue que nos estancamos. No podíamos avanzar en el proyecto porque dependíamos de las materias, y no sabíamos que hacer. Coincidió también que la asesora nos descuidó mucho, nos sentíamos en el limbo. Teníamos algo tangible y funcional, pero no lo terminábamos. Eventualmente las cosas hicieron sentido, pero algo cambió, no volvimos a tener las ganas de hacer el proyecto. Sabíamos desde al principio que era un proyecto ficticio, pero antes no importaba, ahora simplemente no había ánimos para avanzar. Un factor muy importante para esta “apatía” fue la ausencia de nuestro “papá cisco”, nuestro socio formador, que para ser sincero en este momento no sé si es Cisco, o si es el maestro Oscar.

Seguimos trabajando en los módulos del semestre, y el proyecto continuó estancado hasta la semana antes de inmersión. En este periodo la claridad empezó a volver, y reiniciamos el trabajo en el proyecto. Nos organizamos, y llegó inmersión, trabajamos a toda máquina, y nos dividimos el trabajo. Fue una semana muy pesada, por los requerimientos del reto de la semana, pero seguimos adelante. Algo muy chistoso, y muy contrastante del ambiente ingenieril, es que el trabajo verdadero empezaba hasta tarde. Había días en los que llegábamos a las 10, y el trabajo empezaba a fluir hasta después de comer, por ahí de las 3. Y seguíamos hasta en la noche, o hasta que nos corrían. Empezamos a avanzar y llegó la presentación. Para esta segunda inmersión hicimos dos presentaciones, una teórica, y otra práctica. Presentamos dos veces, nos dieron la retro, y a seguir trabajando, otra vez a retomar el trabajo “normal”.

Dos semanas después, estamos aquí. El trabajo ha cambiado, ya que la teoría en los módulos es poco, y el trabajo en el proyecto aumenta, y exponencialmente. Es el último tirón, nos quedan dos semanas de clases, y la semana final de inmersión, en otras palabras “tres semanas de inmersión”. Lo vuelvo a decir, es el tirón final, el semestre ha estado lleno de experiencias, buenas y malas, el ambiente en el salón es extraño, porque ya todos son mis amigos, no solo mis compañeros. Todos compartimos un sentimiento de apatía, y de molestia. Pero no hay que detenernos, ya falta poco y pese a todo lo que ha sucedido, hay que salir adelante. Faltan tres semanas, tenemos una oportunidad de probarnos a nosotros mismos que si podemos, a pesar de muchas cosas que pasaron, y que estamos en 4to semestre, y que es el primer semestre i en nuestra carrera (no me estoy martirizando, solo es lo que pasó), si podemos. No hay que detenernos ahora, es el último tirón.